Los años 60 son inolvidables. Fueron años en que el mundo estuvo en constante peligro de una confrontación nuclear terminal y, al mismo tiempo, fueron años de una asombrosa creatividad en tantos ramos del arte y otras disciplinas de la vida. Fue también una década en la que la voz de los jóvenes se hizo oír como nunca antes en la historia.
Las flores y la sangre se fusionaron en los 60: la utopía, la creatividad, la violencia, el desparpajo, la esperanza creciente, el miedo latente, el heroísmo, la deslealtad, la liberación y la opresión. Todo mezclado para dar vitalidad a diez años imprescindibles a la hora de contar la historia del siglo XX.