Los expertos recomiendan en el momento actual limitar el consumo de grasas a un 30 por ciento del ingreso total calórico, de las cuales las grasas mono insaturadas deben representar el 15 por ciento, las poli insaturadas el 5 por ciento y las saturadas no más de un 10 por ciento. Así pues, nuestra alimentación debe constituirse fundamentalmente por ácidos grasos mono insaturados.