En 1863 publica Julio Verne una de sus obras tempranas más destacadas y su primera novela, Cinco semanas en globo, donde ya se puede apreciar su calidad literaria. Estamos ante una novela típica de aventuras y de intriga, sencilla y predecible, que sabe mantener la tensión del lector hasta el límite adecuado, sin traspasarlo, con la que el escritor inicia su serie de viajes extraordinarios y su carrera como autor de algunas de las aventuras más trepidantes e intensas de la historia de la literatura universal.
La novedad científica que Verne relata en su novela está, en esta ocasión, en el globo aerostático y su curioso sistema de desplazamiento, un curioso dispositivo de la invención del doctor Fergusson, que permite ascender o descender a voluntad sin tener que perder parte del gas o tener que arrojar lastre, convirtiendo al fabuloso artefacto en una auténtica nave dirigible, que no tiene el menor problema para encontrar las corrientes de viento más favorables, facilitando así la navegación.