Nunca he sido una chica fácil. Hay que saber leerme, pero ahí entran la magia y las ganas de cada uno. Bienvenidos a mi mundo lleno de contradicciones, de altos y bajos. Ni yo misma me entiendo a veces, pero por eso escribo; es mi terapia y seguro que tenemos algo en común.
Leer, escribir y llorar son la mejor terapia ante cualquier situación de la vida y ayudan a conocerse mejor.
Espero que disfrutes de este pedacito de mí y que marques muchas esquinas de hojas como hago yo cuando algo me despierta mariposas en el estómago.