Una historia verdadera de amistad contada a través de divertidas, desopilantes y emotivas anécdotas vividas en los siete años de mi convivencia con mi fiel amigo Chiruzo, un perro que rescaté de las calles. A veces pienso que fue «un enviado» para acompañarme en un momento difícil de mi vida.
Con este libro cumplo mi sueño de inmortalizar y honrar a mi buen compañero canino.