Henry Kissinger fue el gran artífice de la apertura de China al mundo con su visita en 1971 como secretario de Estado, y la preparación de la que al año siguiente llevaría a cabo el presidente Nixon.
Desde entonces, la relevancia de China en el mundo no ha dejado de crecer. En este libro, Kissinger revisa los episodios clave de la política internacional china a lo largo de su historia.
A partir de documentos históricos y de las conversaciones mantenidas con los líderes chinos durante la segunda mitad del siglo XX, examina el modo en que China ha abordado la diplomacia, la estrategia y la negociación, y reflexiona sobre sus consecuencias en el balance global del poder en este siglo.