Desde la producción científica de la antropología clásica hasta las etnografías más recientes. hay una cantidad de textos que dan cuenta de la existencia y subsistencia de rituales y prácticas ancestrales que se agrupan en lo que se denomina y es entendido como chamanismo.
Al escribir este libro. me propuse no sólo presentarle al lector una síntesis de los conceptos básicos del chamanismo sino. además. mostrarle cómo es posible implementar en nuestras vidas esta técnica arcaica de sanación espiritual. Para lograrlo. cuento con el testimonio de diferentes practicantes, puesto que la definición más acertada de chamanismo es la que resulta de la experiencia del contacto con otros seres más allá de este mundo. El chamanismo es el relato de ese viaje hacia el encuentro con los animales y maestros espirituales que esperan por nosotros en los territorios de realidades no ordinarias.
El chamanismo cultural es sostenido por la naturaleza y acompañado por el latido unísono que marca el pulso de la vida de cada comunidad, a diferencia de la práctica transcultural, que nos propone otros desafíos. Al mismo tiempo que nuestro espíritu se agita con interrogantes que trascienden la inmediatez del día a día. hay un ritmo ajeno a la voluntad interior, impuesto, que se combina con el equilibrio individual e interfiere en él.
Emprendemos búsquedas, nos abrimos paso, iniciamos caminos, mientras atendemos a la demanda activa y veloz que caracteriza a la organización de las sociedades urbanas. Para iniciarse en la experiencia chamánica no es necesario tener estudios previos sobre el tema, como tampoco es preciso mostrar una profunda inclinación hacia lo místico o esotérico.
El chamanismo no es una herramienta de iluminación; es una manera de estar en el mundo y de conectarse con el espíritu de todo lo que vive. El chamanismo habla el lenguaje de las almas, y la puerta de entrada a esta sabiduría permanece abierta para quienes estén dispuestos a creer que otras realidades son posibles, que el País de las Maravillas de Alicia se encuentra al otro lado de la madriguera del Conejo Blanco.