Antes de que empieces el libro más importante que haya escrito, debo confesarte que no es uno cualquiera. Entre estas hojas no encontrarás poesía, pero sí un corazón que late en verso. Siento la necesidad de confesarte y hacerte conocedor de que lo que hay aquí escrito es la parte más íntima que haya revelado a alguien. Y lo hago con miedo, con un miedo que pocas veces he sentido. Tras estas páginas hallarás dolor, algunas dosis de amor y en otras ocasiones desamor. Pero sobre todo encontrarás la esperanza de quien, tras dejar de brillar, pretende volver a hacerlo; la creencia de que, tras la tormenta, sale el sol.