Sin duda, uno de los epónimos mas famosos legados por Cicerón, constituyen sus celebres Catilinarias, discurso dado en contra de Lucio Sergio Catilina, un advenedizo con ansias de poder, fingiendo ser un institucionalista y a quien Cicerón denunciaba ante el Senado romano. Desde entonces, las catilinarias han quedado como sinónimo de expresiones que denotan un sentido, no solo de denuncia, sino de todo lo que uno quiere expresar a un público que tiene un concepto erróneo de algo. Para el autor de esta obra, la connotación es ideal para comunicar las terribles tergiversaciones que rodean a cuestiones tan simples de la vida, que a decir de Adam Smith, por la retorica interesada se tiene que explicar lo sencillo. Catilinarias es una evocación a la libertad por ante la tiranía y al razonamiento por ante la distorsión, a la realidad por ante la hipocresía.