Una nueva lectura del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz. - San Juan de la Cruz llegará a poder decir: "Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí".
Es el final de la obra, pero a la vez es un desafío que se pone como meta a alcanzar a través de la poesía, de la pluma de tan alto poeta. Una mirada que nos pone en contacto con un edificio literario difícil de descubrir pero en la obra del autor quien ha sido totalmente honesto con el cántico mismo, descubrimos la vitalidad que surge de este Cántico que procura poder saborear, lejos del mero intelecto, la Palabra del Señor que resuena en cada una de nuestras almas. Sin esquemas, simplemente dejando que cada canción resuene, enriquecida con los comentarios, anime a nuestras almas a elevarnos por sobre la racionalidad para provocar un encuentro personal con el Jesús de la vida.