La obra de Eduardo Nakayama resulta de primera importancia para retornar al conflicto más importante de la historia del Paraguay. Como tal, aporta una mirada fresca que busca atravesar los filtros establecidos por la repetición y la memorialización granítica de la guerra, consiguiendo revisar escenarios alternativos que fueron planteados en los tiempos previos al conflicto, y que pudieron haber dirigido al Paraguay hacia un horizonte pacífico y que lastimosamente, no fueron posibles.
De la misma manera que revisa los procesos de decisión que llevaron a la guerra en el Paraguay, Nakayama explora escenarios similares en la región y sus aportes resultan extremadamente relevantes, considerando el contexto regional en el cual Francisco Solano López depositó sus mayores expectativas de construir alianzas y rebatir lo que pareció desde el principio una victoria cuesta arriba, improbable frente a sus dos poderosos vecinos unidos.