Tony Grizi sueña con unirse al equipo de jóvenes campeones que dirige su padre. Por un golpe de suerte, o quizá por cosas del destino, el delantero actual se lesiona durante las vacaciones y es necesario encontrar un reemplazo cuanto antes.
A pesar de que su padre se opone, y sus amigos y conocidos creen que es demasiado pequeño y frágil, Tony lo dará todo para formar parte del club de sus sueños.