La vida de Cristo comienza justo antes de su bautizo en aguas del Jordán y termina con el milagro de Cana. Jesús vive como un miembro más de su comunidad a la espera de una señal que le indique el camino que habrá de tomar. Cuando el agua de las tinajas se convierte en vino Jesús atiende a su llamado y se convierte en aquel que invoca a Israel para que tome las armas contra Roma.