Miles Murphy vivía cerca del mar y gozaba del título de mejor bromista de toda la ciudad. Por eso no salta de alegría ahora que debe mudarse a vivir a Valle Bostezo, una pequeña ciudad famosa solo por una cosa: las vacas.
Pero, aunque lo parezca, eso no es lo peor: lo peor es que Valle Bostezo ya tiene a un bromista oficial, uno muy pero que muy bueno. Si Miles pretende usurparle el trono tendrá que poner todo el ingenio y una gran astucia para inventar las bromas más locas.