Incisivo, tierno, divertido, pertubador, este volumen de cuentos de Pedro Mairal es una auténtica caja de sorpresas. La primera parte, "Hoy temprano", es una demostración magistral de talento y versatilidad. Los personajes se mueven en un borde peligroso. En medio de situaciones cotidianas se abre una fisura inesperada que desbarata su normalidad y por donde se cuela el absurdo, lo fantástico y la pesadilla. La segunda parte, que lleva el título del libro, redescubre el universo del autor: el amor con sus distintos rostros, las múltiples formas de circulación del deseo, el sexo como escape de las trampas de la vida burguesa, el papel muy poco airoso de los hombres en las relaciones sentimentales. Breves amores eternos es un muestrario de las posibilidades de la literatura como espejo de los anhelos y los temores humanos. Una vez más, Mairal deja en claro por qué es uno de los escritores contemporáneos más leídos y admirados de la lengua española. "Se sentaron en el asiento trasero abrazados y en silencio. El hombre tomó la autopista que se elevaba sobre las azoteas oscuras y las antenas como árboles secos y geométricos".