¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol, cuando puede haber un rayo? Luke Howland, lleno de problemas y sumido en una desesperación profunda, y Hasley Weigel, tan despistada como optimista, no se ajustan al prototipo de pareja perfecta.
Como si cada uno fuese un cielo, uno es tormenta y el otro, un día soleado: él es oscuridad. Ella, un rayo de sol. Y, sin embargo, juntos decidieron ponerle nombre a lo que habían creado: un boulevard teñido de tonos grisáceos y de azules celestes y eléctricos preparándose para la tormenta.
Ella era para él y él era para ella.