En las afueras de Buenos Aires, la mañana del 19 de septiembre de 1974, con el secuestro de los hermanos Jorge y Juan Born -gerentes y herederos del principal grupo económico de la Argentina, Bunge y Born- el grupo guerrillero de los Montoneros completó su operación más ambiciosa.
Cobraron 60 millones de dólares, una cifra tan descomunal -un poco más de 260 millones de euros a valores de hoy- que no ha sido superada en el mundo: permanece en el primer lugar de la lista de los rescates más caros de la historia. Pero en lugar de realizar sus sueños revolucionarios, esos millones inauguraron una historia de intrigas y traiciones en la persecución del botín, que se extendería durante cuatro décadas.