BLOOD ON THE TRACKS! todo cambiará un fatídico día de verano que hará que Seiichi presencia un acto atroz que le hace replantearse hasta dónde es capaz de llegar su madre en su afán de retenerlo
Shuzo Oshimi deslumbra en el arranque de su obra, tratando algunas de sus inquietudes constantes y sentando las bases de una prometedora historia.
Seiichi Osabe es un chico de 13 años, un poco introvertido e inseguro, al que le cuesta relacionarse con sus compañeros de colegio, pero sus padres lo quieren muchísimo. en especial su madre, Seiko. Ella es considerada por sus familiares y amigos como una madre excesivamente sobreprotectora, pero a su hijo eso no parece molestarle, aunque viva cancelando reuniones con sus amigos para estar con ella. Con la idea de que su bebé empieza a alejarse de ella, Seiko intentará protegerlo sea como sea de la influencia de sus amigos, familiares y hasta de la chica de la que gusta.
La intensidad emocional de los personajes está muy presente en las expresiones faciales de los mismos, potenciadas por el dibujo realista de este mangaka. En las páginas iniciales hace un fantástico uso narrativo del color, con tonos pasteles y cálidos en la breve escena de la infancia de Sei, la distorsión de la realidad, que se vuelve borrosa y confusa, y una rotulación característica, que dan paso a la fría soledad de un Sei adolescente, encerrado en su habitación, predominada por los tonos azules.