Frida Kahlo observó el mundo a través de sus grandes ojos negros. Desde pequeña vio su salud asediada por la enfermedad y tuvo una vida muy difícil. Solo ella pudo transmutar en color tanto dolor, encontró en la pintura la salvación.
Para algunos, su obra era surrealista. Pero ella afirmaba que en sus cuadros pintaba su realidad. Las palabras de Daniel Balmaceda y las bellas ilustraciones de Pablo Bernasconi dan vida a esta reveladora biografía. Un libro más un rompecabezas de 300 piezas para plasmar esta obra para siempre.