Neutralizada temporalmente la amenaza que representaba el Tribunal de los Búhos, el Hombre Murciélago acudió a la Comisaría de Policía de Go- tham City, asaltada con violencia por el Joker. Pero tras recuperar el rostro que le había extirpado el Muñequero, el Príncipe Payaso del Crimen logró huir. Mientras tanto, el Pingüino puso precio a la cabeza de Bruce Wayne: expeditiva decisión orientada a evitar que la labor filantrópica del álter ego de Batman siguiera acaparando titulares periodísticos.