Hacía un frío gélido y los señores Silver habían decidido llevarnos a la feria de otoño de Fogville. Al llegar, yo me quedé alucinado: ¡aquello parecía el circo de las maravillas! Martin, Rebecca y Leo decidieron subirse a un globo aerostático que capitaneaba un personaje de lo más estrafalario, y yo no tuve más remedio que acompañarlos Mal principio, ¿verdad? Pues prepárense, porque aún no saben a dónde fuimos a parar.