Barcelona, la que podría ser la ciudad más cool del mundo consciente de su estilo y siempre a la moda, esta urbe aúna a diario vanguardia y tradición con resultados espectaculares. En ella Gaudí se funde con el gótico, la gastronomía es vida en toda su exquisita complejidad y el arte (incluido el de pasarlo bien) siempre desempeña un papel protagonista.