Alfi y Alfreda están entusiasmados por darle la bienvenida a Napoleón, un bonito y pequeño yorkshire terrier. Pero Napoleón no está entusiasmado por quedarse en el Hotel Sabueso. El pequeño extraña tanto a su dueña que todo lo que hace es llorar. Alfi está convencido de que Napoleón solo necesita pasar tiempo con un chico, pero Alfreda insiste con tratar al perrito como si fuese un bebé. ¿Qué necesita Napoleón para hacer que la guardería canina se sienta como su propio hogar?