Nada queda del Artemis que se codeaba con el mundo del subsuelo. Ahora es una persona normal y respetable; solo una sombra enturbia su apacible vida: la salud de su madre se va deteriorando por momentos. El diagnóstico del médico no puede ser más demoledor: padece una enfermedad incurable.
Pero Artemis sabe por experiencia que en el mundo mágico todo es posible, y una vez más se demuestra que es cierto: el antídoto para salvar a su madre únicamente podría elaborarse a partir del cerebro del lémur... que Artemis mató hace ocho años, cuando codiciaba el poder sin limites.
Para conseguirlo, deberá retroceder en el tiempo e impedir que su antiguo yo, un niño odioso, temible e inteligentísimo, acabe con el animal...