Los amantes del Cristo en la personalidad de Jesús de Nazareth, encontrarán en este inspirad libro la más alta delineación biográfica del Gran Espíritu, símbolo de la bondad y de la más perfecta belleza moral. Y es que la grandeza del Maestro Nazareno, no está, pues, fundamentada tan sólo en su martirio, sino en su vida toda, que fue un exponente grandioso de su doctrina conductora que él cimentó en dos columnas de granito: la paternidad de Dios y la hermandad de todos los hombres.
Toda su existencia fue un vivo reflejo de estas dos ideas madres, en que basó toda su enseñanza por la convicción profunda que le asistirá, de que sólo ellas pueden llevar a la humanidad a su perfección y felicidad. Sentir a Dios como padre, es amarle sobre todas las cosas. Sentirnos hermanos de todos los hombres, es traer el cielo a la tierra. Esto es lo que se expone en esta inigualada obra, que representa el esfuerzo de veinte años de investigación, y cuyo resultado es el más fiel relato e imagen de Jesucristo que enfocado espiritualmente pueda darse a la estampa.