En el mundo en que vivimos, los abuelos inesperadamente han tomado un protagonismo que era difícil predecir hace dos décadas atrás. En la medida que los padres trabajan y asumen más obligaciones, surge el dilema de quien puede cuidar a los pequeños y es ahí, en incontables situaciones, donde el abuelo o la abuela sustituyen a los padres y merecen todo nuestro agradecimiento.
Aprendiendo a ser abuelos es un libro especialmente dirigido a ellos, pero también a sus hijos y a sus nietos mayores, para que comprendan lo trascendental y hermoso que puede ser el rol de los abuelos.
Sin duda algún, la mejor retribución que los abuelos y abuelas pueden recibir es el amor y empatía con que los nietos los acogen, aceptan sus consejos y se entretienen con la sabiduría que emana de sus vidas. Es la mejor recompensa a los esfuerzos y desvelos que ello implica.