La primera comida del día ha tomado las redes sociales y las revistas de recetas y salud con defensores y detractores que se enfrentan armados de ingredientes extravagantes y estudios científicos de mayor o menor rigor. Hablar del desayuno es mucho más que compartir unas bonitas fotos. Detrás de él hay todo un mundo de verdades, falsos mitos y hábitos culturales. Un buen ejemplo es el desayuno occidental, que compuesto básicamente por bollería, pan blanco y azúcar, ha dejado de ser la comida más importante del día para convertirse en la más peligrosa.