Desde hace dos mil años el calendario maya ha profetizado el fin de la humanidad en una fecha que corresponde al 21 de diciembre de 2012. Al aproximarse ese día, la codicia, la corrupción, el colapso económico y la violencia parecen orillar a nuestra especie al presagiado desastre. Pero otra amenaza apocalíptica se cierne sobre nuestro futuro inmediato, una advertencia muy real que puede acabar no sólo con la humanidad, sino con el planeta entero.