Nacido en 1894 en la compañía Ybysunú de Guarambaré, hijo de sobrevivientes de la guerra grande, ex combatiente de la revolución liberal del 22, alistado en 1928 en la primera movilización del ejército paraguayo para la Guerra del Chaco, y combatiente heroico y brillante durante dicha guerra, desde 1932 hasta el final (ascendido a teniente por su heroismo en Nanawa), Emiliano R. Fernández falleció, después de recorrer el país cantando y componiendo más de dos mil poemas-canciones, herido de un tiro de pistola en el almacén "Caracolito" del barrio Loma Kavará, el 15 de setiembre de 1949, con apenas 55 años.
"El poeta de la selva y de los valles guaraníes", como él mismo se definía, es en sí una leyenda que reposa en los tejidos más cálidos que componen la memoria colectiva de nuestro pueblo. Emiliano R. Fernández amaba profundamente la luna. Dice: "Ahayhúva pe jasype/che mitá'imi guive/Ha upévare hataindype/aime se amano rire". La luna es símbolo de su vida de peregrino del arte. Donde llega, lleva el verbo del amor como saludo. Nadie cuenta quién le enseñó a ejecutar la guitarra, pero nadie puede imaginar sin guitarra a Emiliano R. Fernández, cantor de sus propias obras, pluritemático, sin horario ni feriado, apasionado y apasionante, sin precio y, en todas partes, apreciado. Cantor siempre enamorado y siempre amado. Civil y soldado. Este libro reúne en dos tomos, seleccionada y presentada por el escritor, poeta y director teatral Rudi Torga, una gran cantidad de su producción lírica, acaso la más brillante y hermosa de la poesía nacional, escrita indistintamente en castellano,. guaraní paraguayo y yopará.