"Si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor".
Antoine de Saint-Exupéry
Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), nacido en el seno de una empobrecida familia aristocrática, buscó darle un sentido y un propósito profundos a su vida. Con ese objetivo, incursionó en la marina, la arquitectura, las bellas artes, hasta que la vocación que lo había llevado a escribir unas modestas producciones literarias, en la adolescencia, creció y se impuso como lo esencial de su existencia. El Principito, Vuelo nocturno y Tierra de hombres fueron para él mayores logros que sus pioneros vuelos trasatlánticos, que lo llevaron desde su Francia natal a los Estados Unidos, el Brasil y la Argentina, en donde conoció a quien se convertiría en su esposa.
En esta atrapante biografía, Virgil Tanase pinta el retrato y la época de ese hombre notable que, esforzándose por "hacer lo mejor", como dice en una de sus últimas cartas, se hizo a sí mismo en la medida en que dio invaluables aportes a la literatura y la aviación, en un destino prodigioso. Fue un hombre persuadido de que la vida solo vale por el sacrificio que se hace en nombre de un deber absoluto hacia los demás.