La migración de nuestros compatriotas a distintos países se inició con las deportaciones y expulsiones de los mismos por razones políticas a partir de la tercera y cuarta década del siglo pasado. Miles de paraguayos conocieron el destierro, voluntario e involuntario. El país que más compatriotas deportados cobijó fue la Argentina, hasta donde también llegaron voluntariamente otros centenares de miles de los nuestros que encontraban-sobre todo en Buenos Aires- las oportunidades laborales inexistentes en nuestro país. Con el transcurrir de los años fueron surgiendo otros destinos que ofrecían incluso mejores oportunidades que la Argentina. Estados Unidos y España fueron los preferidos por los paraguayos que ambicionaban una buena paga, en dólares o euros, que les permitiera remesar mensualmente a su familia algún dinero y poder ahorrar otra buena suma para el futuro. Otros países europeos también recibieron, no de muy buena gana, a paraguayos a quienes asignaban tareas menores generalmente no muy apetecidas por los habitan-tes de tales países. Y en medio de ese indeseado pero necesario desarraigo, el amor. Cuantas familias y parejas mutiladas se generaron a partir de este fenómeno. Añoranzas, sufrimientos, traiciones, nuevas pasiones y venganzas de ida y vuelta. En este volumen, el autor imagina situaciones que bien pudieron haberse dado e incluye una historia real que le fuera narrada por el nieto del protagonista y que tiene como escenario el centro de Italia, Buenos Aires ¿ la ciudad de Bella Vista, Paraguay, a fines del siglo antepasado, lógicamente con nombres ficticios. Así, Amores de Ida y Vuelta describe a través de esta ficción y no tanto -las vicisitudes de esta nueva raza de compatriotas audaces y temerarios, que decidieron buscar lejos de su país las oportunidades que este no les brinda, arriesgándolo todo.