Quiero dedicar este libro, con todo mi cariño, a los que están inmersos en la búsqueda de la paz interior necesaria para pasar por experiencias intensas. Sobrepongámonos a nuestros temores y heridas, hagamos todo lo posible en un sentido positivo para encontrar las respuestas a todos los problemas.
Mediante el amor a nosotros mismos y a los demás, sanaremos a este planeta de temor y de enfermedad. Ya es hora de que vivamos y practiquemos el amor incondicional. El amor capacitará al mundo para dar ese salto cuántico hacia un nuevo y magnífico futuro.