El corazón humano fue creado con una gran capacidad para amar. Pero con eso viene una gran capacidad para sentir dolor. No hay que negar que aquellos que nos aman, los que están más cerca de nosotros, son quienes pueden herirnos más profundamente. Esa clase de dolor puede ser difícil, si no imposible de superar. Y puede sentirse aún más imposible seguir amando frente a él. Y eso es exactamente lo que estamos llamados a hacer.
Compartiendo su propia historia de dolor personal, el Pastor Jentezen Franklin nos muestra cómo encontrar la fuerza, el valor y la motivación para poner a un lado la herida, ver a otros como Dios los ve, y acercarnos en amor. A través de historias bíblicas y actuales, él discute diferentes tipos de decepciones y angustias en las relaciones, y responde a preguntas como: ¿Por qué debo confiar otra vez? ¿Cómo podré alguna vez perdonar realmente?
Las paredes que edificamos alrededor de nuestros corazones para cerrarnos al dolor son las mismas paredes que nos impiden ver la esperanza, recibir sanidad, y sentir amor. Aquí están las herramientas que necesitas para derribar esas paredes, trabajar en tus heridas, reparar relaciones maltrechas, y aprender a amar como si nunca te hubieran herido.