Es el 2002, un año después del 11 de septiembre. Políticamente hablando, es un momento extremadamente turbulento, en especial para alguien como Shirin, una adolescente musulmana de dieciséis años que está cansada de ser estereotipada. A Shirin no le sorprende lo horrible que puede ser la gente. Está cansada de las miradas groseras y los comentarios denigrantes -incluso de la violencia física- que sufre como consecuencia de su raza, su religión y la hiyab que viste todos los días.
Por lo tanto, construyó sus paredes protectoras y se rehúsa a dejar que alguien se acerque lo suficiente como para lastimarla. En lugar de eso, ahoga sus frustraciones en la música y pasa sus tardes bailando break con su hermano. Pero entonces conoce a Ocean James.
Es la primera persona en una eternidad que parece querer conocerla realmente. Eso la aterra -parecen venir de dos mundos irreconciliables- y Shirin tuvo su guardia alta durante tanto tiempo que no está segura de si alguna vez podrá ser capaz de bajarla. -Una historia sobre la diversidad, la discriminación y la importancia de ser uno mism