Una vez fuera de la base militar secreta, Kei y Kaneda se encuentran con Akira en sus brazos. Refugiándose con un miembro de la guerrilla, son rápidamente encontrados por un emisario de Lady Miyako. Entonces comienza en un neo-Tokio bajo toque de queda una persecución entre los miembros de la guerrilla, las jóvenes enviadas por Miyako y los hombres del coronel.