Naces, creces, amas, te rompen, aprendes y no mueres hasta que alguien deja de quererte. Estos poemas son la historia de la mujer que fue callada porque sus gritos retumbaban demasiado alto.
Ella, que dejó de ser suya porque quien se supone que debió cuidar su sonrisa la acabó enjaulando y aplastando contra el asfalto. Sola, fue capaz de levantarse, de mirar a la cara a su pasado y decirle: «No me has vencido, soy indestructible, este baile no va contigo».
Ahora que ya bailas, el mundo entero va a quedarse a tus pies y donde antes había silencio ahora habrá música. La tuya.