Adiós, muñeca (1940), considerada por muchos la mejor obra de Raymond Chandler, es su segunda novela. El detective Philip Marlowe emprende la búsqueda apasionada de una cantante pelirroja, se ve envuelto en la escena de un crimen y debe desenredar un turbio asunto de deudas de juego. No tardará en descubrir que la costumbre de quienes lo rodean es disparar primero y preguntar después. Esta edición reúne también los tres relatos pulp, publicados en las revistas Black Mask y Dime Detective, que Chandler canibalizó para escribir la novela: «El hombre que amaba a los perros» (1936), «Busquen a la chica» (1937) y «El jade del mandarín» (1937).