Hay personas a quienes les gustan los dulces y los platos exquisitos. Hay quienes no prestan importancia a lo que comen, y lo hacen en cualquier parte, a toda prisa. Otros comen para sentirse con energía. Y otros, cuando se sienten estresados, no pueden parar de comer.
Algunos, finalmente, utilizan la comida para escapar de los problemas cotidianos. Es fácil reconocerse en alguno de estos ejemplos: son los cinco perfiles psicológicos que conducen al exceso de peso.. Y cada uno tiene un tratamiento psicológico distinto.
El problema del exceso de peso no sólo se resuelve controlando los alimentos que se ingieren. Si no se afrontan los problemas emocionales y conductuales subyacentes, una dieta no servirá de nada. Porque, aunque de momento nos haga adelgazar, no logrará mantenernos en el peso deseado.