Los padres necesitan preparar a los hijos para que cuiden sabiamente de sí mismos. Esto no significa dejar desprotegidos a los niños, a merced de los peligros de una casa y, posteriormente, del mundo. Estoy convencida de que, además de lo que la escuela intenta enseñar, está en manos de los padres la tarea de preparar a los hijos para una pequeña madurez.