Lo característico y representativo de Julio Verne es el suspense, la emoción, el misterio y esa sensación latente y constante de aventura en cada una de sus páginas. Y es que si por algo destaca su obra, es por esa capacidad de apoderarse del lector, de atraparlo en cada una de las páginas de la novela, de retenerlo, expectante y fascinado, en el relato y desarrollo de su trepidante historia. En esta obra 20.000 Leguas de viaje submarino sabe combinar ingeniería, ciencia y literatura en sus fascinantes y detallados relatos.