El mundo se aceleró y se volvió incierto, complejo y volátil. Y fue este mundo disruptivo el que me reveló la fragilidad de las escuelas de negocios. Yo fuí victima de las incapacidades de esas escuelas. Despues de haberme graduado de dos carreras, e incluso estar en proceso de estudiar un par de maestrías, no lograba que mi negocio despegara. Estuve metido en un "negocio pendejo" - como suelo llamarlo-, hasta que encontré la salida. Me tomó diez años desaprender fórmulas equivocadas de la vieja escuela. Ahora que las descifré, estoy demostrando rápidamente los resultados que puedes tener si sabes las verdades del mundo de los negocios. Lo que en mi primer empresa exitosa tomó años, ahora lo logré en semanas.