Si un cuento se les cruza por delante; ¡no se asusten! Es mejor darle la mano y leerlo con los ojos bien abiertos; para que no se ofenda. Si lo leen en voz alta; crecerá tanto que ya no entrará en las hojas. Algunas palabras se irán por ahí a los saltos y otras se quedarán cerca; zumbándoles con un sonido gracioso que los hará querer repetirlas hasta hacerlas suyas. En este libro encontrarán 101 cuentos ideales para leer antes de ir a dormir o cuando vuelven de la escuela o junto con la merienda. Les recomendamos que los lean en el piso; en su cama; en un sillón o en una silla; ¡en cualquier lugar! Las buenas historias; a veces; hacen cosquillas.